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Sábado, 12 de mayo, 2018 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
EL LUGAR SANTÃSIMO EN JERUSALÉN TIENE TU VIDA BENDECIDA YA: SÓLO BAUTIZADO EN
AGUA:
El dÃa llegó, cuando nuestro Padre celestial le dijo a su Hijo Jesucristo y a
su EspÃritu, descendamos a crear al hombre en nuestra imagen y semejanza, para
que él sea asà como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal, porque Él estaba creando
ya su nuevo reino, en donde su santo nombre fuego y palabra viva son obedecidos
siempre. Ciertamente, nuestro Padre celestial necesitaba a sus hijos nacidos de
su familia: amorosa, fiel y honorable hacia Él, que después de la rebelión angelical de
Lucifer hacia Él, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, porque Lucifer realmente querÃa ser como Dios es con su Hijo y con su EspÃritu que tomó su santo nombre fuego, entonces Él vio un nuevo reino nacer.
Ya que, Lucifer jamás podÃa ser como nuestro Padre celestial es con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo si fallaba en obtener el santo nombre fuego
en posesión suya junto con una tercera parte de los ángeles caÃdos listos para serle fiel en
toda su rebelión malvada, y aun hasta tener que morir por él, si fuese necesario. Sin embargo, esto fue algo que Lucifer ni ningún otro ángel lo lograrla jamás, porque su santo nombre está reservado a su familia divina que
es su Hijo Jesucristo y
su EspÃritu, porque es desde aquà de donde su santo nombre recibe constantemente perfecta gloria, haciendo que Él se sienta sumamente honrado, dándole poder de perfectas santidades a su reino angelical, siempre.
Por ende, Lucifer se volvió impÃo al intentar tomar su santo nombre fuego que
él empezó a quemarse de la perfecta santidad que emanaba poderosamente hacia él de nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su EspÃritu Santo, que él entonces tuvo
que soltarlo, ya que habÃa pecado gravemente junto con los ángeles caÃdos que creÃan a todas sus mentiras ciegamente. Efectivamente, aquà es cuando no solamente Lucifer empezó a arder por los poderes asombrosos del santo nombre fuego de nuestro
Padre celestial que lo rechazó tajantemente, porque lo que él hacÃa era sumamente traicionero que los ángeles caÃdos igualmente ardÃan y hasta que descendieron todos ellos hacia las regiones de Juicios eternos, que es el infierno tormentoso, para
el DÃa de Juicio.
Aquà es, cuando el pecado nació del corazón traicionero de Lucifer que intentaba hacer que el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial sea parte de su vida y de ángeles caÃdos, siguiéndole a él para exaltarlo junto con su nombre inicuo asÃ
como Dios es junto con su Hijo y con su EspÃritu Santo entre las naciones angelicales del cielo. Ciertamente, Lucifer se convirtió en Satanás en este dÃa, porque él intentaba vivir con el santo nombre fuego, algo que es incompatible con él y con
todos sus ángeles caÃdos que lo seguÃan ciegamente, creyendo en sus falacias, que empezaron a morir: porque el santo nombre fuego los rechazó instantáneamente, y que ya no eran bienvenidos más en el reino de Dios.
AquÃ, Lucifer no solamente le dio vida al pecado por culpa de su rebelión, intentado forzar al santo nombre fuego de nuestro Padre celestial a ser parte de su vida pecadora y la de los ángeles caÃdos y, al mismo tiempo, contaminó
otros ángeles
inocentes, que empezaron a necesitar ser limpiados para servirle a Dios—entonces el Padre pensó en sus hijos. Además, nuestro Padre celestial tenÃa que darle vida no solamente a Adán pero igualmente a sus hijos en sus millares en toda su creación,
porque la rebelión y pecado de Lucifer habÃa atentado en contra de su santo nombre fuego, entonces ahora Él necesitaba reemplazar a los ángeles rebeldes con Adán y sus hijos para amarlo, exaltarlo y glorificarlo toda una eternidad.
Por esta razón, sus hijos necesitaban nacer de su imagen y de su alma viviente, llevando con ellos su amor maravilloso, que emana siempre de su corazón santÃsimo para su santo nombre fuego, y asà sea amando, exaltado y glorificado apropiadamente por
todos ellos, que son siempre compatibles para entregarle su perfección y santidad necesaria, complaciendo asà toda verdad y justicia eternamente. Por eso, es que Adán nació de su imagen y su alma santÃsima para darle a su santo nombre fuego su
cuidado apropiado que necesita siempre de su Hijo Jesucristo y de su EspÃritu Santo, que se manifiestan en Adán al nacer en la gloria celestial para llenar el vacÃo que Lucifer junto con los ángeles caÃdos abandonaron en sus lugares
celestiales.
Seguidamente, nuestro Padre celestial puso a Adán en el JardÃn del Edén para
ver cómo él nombrarÃa las cosas creadas por Él, por su Hijo Jesucristo y por su EspÃritu Santo, porque todo lo que habÃa sido creado en aquellos dÃas
no tenÃan nombre
aun—y Adán tenÃa que nombrarlos para que sus hijos lo gocen todos los dÃas
de sus vidas. Ya que, nuestro Padre celestial habÃa creado cosas nuevas que Adán y sus hijos los usarÃan y gozarÃan en sus dÃas, asistiéndolos hasta cierto grados a
amar, servir y alabar su santo nombre fuego que emanara los perfectos poderes de sus palabras vivas, y asà formar su nuevo reino de su perfecta voluntad, en
donde el pecado no existe más, para siempre.
En otras palabras, nuestro Padre celestial después que Lucifer y su rebelión angelical en contra de su santo nombre fuego, entonces Él empezó a crear para
vestir su santo nombre fuego con nuevas glorias, que las huestes angelicales habÃan fallado en
obtener: para que Adán los nombre y los use para conquistar nuevas glorias, y asà dejar atrás la rebelión angelical. Ciertamente, Lucifer se dio cuenta lo
que él habÃa hecho en contra de nuestro Padre celestial y de su santo nombre fuego, que serÃ
a postreramente arreglado con los poderes cotidianos de su Hijo Jesucristo y de
su EspÃritu Santo, que cuando Adán nació de su imagen y de su alma santÃsima entonces él sabÃa que el Padre detenÃa a que su maldad prospere.
Esto significa que Lucifer necesitaba que Adán y sus hijos vengan a su lado, en donde él no solamente harÃa que su maldad que empezó con la rebelión angelical en contra de su santo nombre fuego prospere, pero igualmente ahora él podÃa perpetuar
los deseos de su corazón y hasta formar su reino de tinieblas hacia la eternidad con la humanidad entera. Por ende, era importante para Lucifer engañar a Eva por la serpiente con las mentiras que Satanás puso en su boca, para no solamente destruir a
Adán pero igualmente a sus hijos ya que los necesitaba que todos ellos pasen a
su lado, y asà sean parte de su reino de tinieblas, en donde el reposo Sabático del Padre seria atacado siempre.
Ciertamente, si el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial es atacado entonces el reposo Sabatino que Él siempre deseó gozarlo con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel seria atacado, y asà siempre falle en recibir amor, servicio, honor y
gloria que es debido siempre a él en el cielo con los ángeles y en la tierra con sus hijos. Por eso, es que nuestro Padre celestial deseó a que su santo nombre fuego sea establecido sobre el monte santo de Jerusalén, y esto era de ser clavado a la
carne sagrada de su Hijo Jesucristo que nació del vientre estéril de Sarah como Isaac, por el EspÃritu Santo, y asà Israel lo posea como su reposo Sabatino hacia toda la eternidad.
Visto que, nuestro Padre celestial tenÃa que haber tenido ya a su santo nombre
fuego sobre la carne sagrada que nació del vientre estéril de Sarah como Isaac, entonces fue todo esto hecho asà para derramar todo su corazón sobre él y sus hijos despuÃ
©s de Isaac, y asà finalmente clavar su santo nombre en Canaán de su reposo Sabatino y eterno. Ya que, es la tierra de Canaán que nuestro Padre celestial escogió como su reposo Sabatino y eterno con su Hijo Jesucristo y con su EspÃritu Santo y junto
con cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, porque le dijo a Abraham que en su simiente cada familia de la tierra
seria bendita perpetuamente.
Por eso, nuestro Padre celestial le dijo a Adán y Eva que podrÃan comer de cada fruto de los árboles del paraÃso pero jamás del fruto prohibido, porque
el dÃa que comiesen de él entonces ellos ciertamente morirÃan, queriendo decir con esto que se
separarÃan de su amor eterno y de su reposo Sabatino para jamás conocer la vida en la eternidad. Pero porque Adán y Eva pecaron junto con los hijos al comer del fruto prohibido entonces el amor bendito del Padre celestial empezó a desvanecerse de
todos ellos junto con su reposo Sabatino, que Él siempre deseó gozar con ellos en el cielo con sus ángeles y en la tierra con las naciones hacia la eternidad venidera, empezando en Jerusalén, en Israel.
Sin embargo, aunque Lucifer pudo engañar a Adán y Eva junto con los hijos que
nacerÃan incontables en generaciones futuras, entonces nuestro Padre celestial
estaba listo para rescatarlos por medio del mismo fruto que Él habÃa llamado a que coman del
árbol de la vida, porque es solamente por medio de él que todos pueden regresar a la vida eterna nuevamente. Entonces, para arreglar este problema serio que nuestro Padre celestial habÃa empezado a experimentar con Adán y Eva junto con los hijos por
nacer de generaciones futuras, entonces Él tenÃa que facilitar el acceso a su
fruto de vida a ellos, por medio de un convenio de vida sobre la tierra—y aquà es cuando Él se sentó con Abraham a comer.
Nuestro Padre celestial necesitaba comer del pan y del vino que Adán y Eva fueron llamado a comer en el paraÃso del fruto de vida, para que ellos sean su
nuevo reino de su perfecta voluntad, que Él necesitaba establecer en la gloria
angelical y sobre
la tierra igualmente, porque Él estaba listo para enriquecer a las familias de
las naciones perpetuamente. El comer del pan y vino con Abraham y junto con sus
318 hijos adoptados comprados con dinero de extranjeros, fue entonces para darles un hogar y
amor de familia que necesitaban para vivir, aprendiendo a amar, servir y glorificar asà el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial, que es el comienzo de su reposo Sabatino con ellos toda una eternidad.
Por eso, nuestro Padre celestial se sintió honrado por Abraham y Sarah, porque
ellos estaban criando niños, para conocerlo a Él y a su santo nombre fuego, que significaba el reposo de su corazón santÃsimo y de su alma viviente que les habÃa dado
vida a Adán inicialmente junto con cada hombre, mujer, niño y niña que necesitaban aprender cómo honrarlo, siempre. Debidamente, fue aquÃ, en donde nuestro Padre celestial habÃa encontrado la oportunidad no solamente de bendecir a Abraham y Sarah
con un hijo, pero igualmente esta fue una oportunidad maravillosa para Él darle vida al segundo Adán junto con su virgen sobre la tierra asà como lo hizo con Adán y Eva en el paraÃso, para comer del pan de vida postreramente.
Definitivamente, después de nuestro Padre celestial de haber comido del pan con Abraham y sus hijos adoptados de las manos de su Hijo Jesucristo, conocido como el rey Melquisedec de Salem, y Santidad de Dios, entonces, su Hijo amado estaba listo para
crear el segundo Adán con su virgen, y asimismo una nación entera de hijos para glorÃa de su santo nombre. Aquà es cuando, nuestro Padre celestial finalmente les entregó a Abraham y Sarah al hijo que habÃan esperado e implorado por años y hasta
que por fin vino a ellos, porque ellos querÃan conocer qué es vivir y gozar lo que es de tener un hijo propio, porque por años habÃan criado niños abandonados: por eso, deseaban vivir este amor maravilloso, apasionadamente.
Además, nuestro Padre celestial les permitió tener a su Hijo Jesucristo como de ellos mismos nacido como Isaac, por el EspÃritu Santo, porque solamente él
podÃa darles de comer del pan de vida que Adán y Eva fallaron en comer, para que los hijos
prometidos incontables como las estrellas del cielo, comerán igualmente, llevando asà su santo nombre y sus bendiciones, siempre. Estos son los hijos que nuestro Padre celestial necesitaba nacidos de los poderes cotidianos del EspÃritu Santo asà como
Isaac nació inicialmente del vientre estéril de Sarah, para Él poder tener a
sus hijos llevando su santo nombre fuego y asà poder gozar de su reposo Sabatino no solamente cada siete dÃas pero igualmente en todo Canaán hacia toda la eternidad
venidera.
Nuestro Padre celestial necesitaba tener a su santo nombre que fuego atacado no
solamente por las maldades de Lucifer pero igualmente por los ángeles caÃdos que habÃa confiado inicialmente en ellos para proteger, honrar y servirle a Él y a su santo
nombre en su reino angelical, ascendiendo asà hacia su nuevo reino venidero en
donde su voluntad perfecta prevalece una eternidad entera. En otras palabras, lo que nuestro Padre celestial no logro hacer con Adán y Eva en el paraÃso, es decir, si ellos
le hubiesen obedecido al comer no solamente de los frutales de los árboles pero igualmente del árbol de la vida en vez del fruto prohibido, entonces Él ya hubiese establecido maravillosamente para siempre su nuevo reino de su voluntad perfecta.
Considerando que, nuestro Padre celestial necesita tener su reposo Sabatino después de no solamente de crear las cosas en el cielo con los ángeles pero igualmente a Adán y sus hijos, empezando con Eva, para que con ellos entonces crear su nuevo reino
de su voluntad perfecta, en donde su santo nombre fuego finalmente encuentra su
reposo Sabatino con la humanidad entera. Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial de tener a Abraham obedeciéndolo a Él no solamente al comer del pan y vino
sobre la Mesa del SEÑOR, servida diariamente por su Hijo Jesucristo a los ángeles para que coman siempre santidad perfecta, pero igualmente para postreramente tener al segundo Adán con su virgen, que es Isaac trayendo al mundo a Israel.
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